Día 2

 Día 2. 10 de enero de 2014

El nórdico de Ikea da sus primeros resultados, por sólo 19,90 € no he tenido ni una gota de frío, detalle muy importante para mí. Mi madre me hizo el típico saquito de trigo que se calienta en el microondas para los pies pero no ha sido necesario, la calefacción en la residencia es estupenda.
Subo la persiana y veo las primeras chispitas de nieve cayendo tímidamente. Ahora sí, comienza el invierno.

 A las 11.15 h quedé con Lucía y Sara en la plaza del centro (Kauppatori) para dar una vuelta. Ellas son enfermeras Españolas que viven aquí desde hace algo más de un año y casualmente Lucía es de Reinosa, ese pequeño pero gran pueblo al sur de Cantabria.

Me dijeron que desde la residencia hasta el centro se tarda más o menos 20 minutos, teniendo en cuenta que soy nueva aquí debí haber salido con bastante tiempo por delante ya que tras andar más o menos 15 minutos, algo me dijo que me había perdido, y en efecto después de preguntar a una chica… estaba perdida. Me dijo que me había desviado un poco hacia la derecha y pensé coger rápidamente el rumbo correcto ya que de lo contrario llegaría tarde al encuentro con Lucía, pero mi sorpresa fue que amablemente se ofreció a llevarme al centro y yo accedí. No dude ni un momento de ella, y me subí en su coche, cosa que en España no hubiera hecho jamás. Me contó que tenía una Española de 16 años viviendo en su casa y que tal y como me habían dicho para el domingo se esperan temperaturas de -10 grados.

 Me reuní con las chicas a la hora prevista y me llevaron a un mercado precioso (Kauppahalli), con tiendas de todo tipo hacia las que se te iban los ojos… carne de reno, de oso, salmones apetitosos, postres, cientos de variedades de frutos secos y un largo etc, merece la pena visitarlo. Después hemos visto la biblioteca, la universidad, el teatro, la iglesia, las orillas del río, el camino de vuelta a casa y prácticamente toda la zona del centro.

Tras hacer una parada obligatoria en Lidl y comprar provisiones para unos días vista. Vuelvo a casa.

Tengo ganas de usar una bici que me va a dejar Lucía y sus compañeras, a ellas las sobra y yo haré gran uso de ella. La ciudad parece muy segura en cuanto a la circulación, las distancias que tengo que recorrer no son demasiado extensas y el autobús es muy caro: 3 € por viaje por lo que en una ciudad como Santander cuesta 1,10€. País nórdico y alto nivel de vida! 

                                                                 Welcome to Finland